ESQUÍ EN PRIMAVERA

El segundo centro de esquí más grande de Canadá, después de Whistler, es Sun Peaks: un lugar de esquí bajo cielos azules y rodeado de árboles. Este destino es ideal para esquiadores intermedios y tiene una alegre villa peatonal al pie de las pistas. Prueba una fiesta de fondue estilo suizo, así como esquí a la luz de la luna o lánzate a algo más extremo, como heli-ski en un terreno limpio. ¿Quieres algo diferente? Puedes elegir entre deslizarte en la nieve (tubing), practicar trineo tirado por perros, patinar sobre hielo, lanzarte sobre raquetas de nieve o conducir motonieves. Termina con un tour vinícola en Kelowna.

El resort de Sunshine Village se encuentra a sólo 20 minutos del animado pueblo de Banff. Este destino ofrece vistas panorámicas de las Rocallosas, además de shopping, una vibrante vida nocturna, así como restaurantes, spas, pistas de hielo, senderos para raquetas de nieve, trineos y conciertos gratuitos al aire libre. Lánzate a la terraza en traje de baño y sumérgete en las famosas aguas termales junto a un castillo.

Obviamente, el mundialmente famoso Whistler es épico. Pero los amantes de la naturaleza, los practicantes de heli-ski y de cat-ski se dirigen hacia el sureste de la Columbia Británica para tomar la autopista Powder Highway, conocida por su profunda nieve polvo (ideal para esquiar) y por ser el hogar del grupo de montañas Big 7. Este camino incluye destinos como Fernie, juvenil y de bajo perfil; Revelstoke, fuera de los congestionados circuitos turísticos; la empinada Kicking Horse y la popular Red Mountain. Aprovecha el viaje y disfruta de alguno de los tantos festivales de primavera.

Hay una razón por la que la montaña Mont-Sainte-Anne, cerca de la histórica Ciudad de Quebec, es conocida como"la bella". Con una impactante vista panorámica del Río San Lorenzo, este lugar es un destino obligado para los amantes del snowboard y los exploradores de aventuras. Se puede hacer de todo: esquí a campo traviesa, escalada en hielo, canotaje, raquetas de nieves, además de deslizarte por la nieve y recorrer alguna de las vías ferratas existentes.

Mont-Tremblant, en Quebec, no solo presume algunas de las mejores pendientes para esquiar de Norteamérica, también es un encantador patio invernal de juegos estilo europeo, con una pintoresca villa de calles adoquinadas y una sofisticada oferta culinaria. Justo al pie de las pistas se encuentra una cabaña de estilo francés para poder esquiar de inmediato. También podrás practicar fatbike, trineo tirado por perros, probar suerte en un casino y terminar sumergido en un spa finlandés al aire libre.

Aprende a navegar en nieve (snow-sail) con Inukpak Outfitting en el océano helado o disfruta de una intrépida expedición de esquí de fondo. Deja tu huella por donde nadie ha pasado (excepto por algunos osos polares y zorros árticos) ya sea en las afueras de la capital Iqaluit o alejado en un campamento base en lo profundo de la naturaleza.

Deslízate montaña abajo por una nueva pista en el complejo más grande de Ontario, Blue Mountain. Burner es una pista diamante negro que es accesible mediante un telesilla de alta velocidad para seis personas. Con esta última adición, llega a 43 el número total de pistas en esta montaña con un terreno de 148 hectáreas. Blue Mountain, está a tan sólo dos horas de Toronto en automóvil y también te da la opción de patinaje en la cima de la montaña.

Haz esquí de fondo o Telemark ski en los 8 kilómetros de senderos que hay en Ski Tuonela, a una hora en coche de Sydney. Podrás pasar la noche en el encantador conjunto de cabañas y chalets de los bosques congelados y relájate en el sauna. El legendario Cabot Trail está a solo cuatro kilómetros en esquís.